¡ Hola, a tod@s!. Hoy, os vengo a hablar de dos mascotas muy especiales: Antonio y Rodolfo.
Ellos empezaron a formar parte de nuestra clase el día que Víctor nos los trajo, como parte de las aportaciones al proyecto del Universo, y dentro de él, al tema de la tierra.
A los niños les han entusiasmado tanto que, al principio, se los fueron llevando a casa para cuidarlos, y luego, a diario, el ayudante, se encarga de alimentarlos.
Así, aprendieron que, los caracoles de tierra son herbívoros. Comen vegetales, pedazos de fruta e incluso tierra y piedras. Necesitan comer alimentos ricos en calcio para mantener su caparazón fuerte y que no se quiebre con facilidad. Por ello, de vez en cuando, les añadíamos una cascara de huevo, o un trocito de queso, además de las piedras o la tierra.
También aprendieron que los caracoles son moluscos, y pertenecen a la misma familia de las almejas, los mejillones o el pulpo. Además, son invertebrados. Su cuerpo carece de huesos, y para desplazarse expulsan una baba para mantenerse húmedos y para poder desplazarse mejor, ya que carecen de patas.
Su anatomía, es muy diferente a la de muchos animales. Les sorprendió mucho donde tenían situado su ano, y que sus excrementos cambiaran de color según el tipo de comida que ingerían. También , que sus ojos estuvieran situados en sus antenas. Y que, a pesar de parecer tan blanditos y delicados, su boca era capaz de cortar por ejemplo, zanahoria. Gracias a la "rádula", que es como una lija para raspar verduras.
Y también, descubrimos una preciosa forma en el caparazón de nuestros caracoles, llamada espiral.
Trabajamos la espiral repasando con el dedo, y también realizamos una preciosa actividad de grafismo creativo. A partir de este ejemplo, los peques hicieron cada uno su propia "obra de arte".
Y por detrás, repasaron el trazo de una espiral. Cada vez se les nota más destreza motriz fina.
En Lectoescritura, hemos trabajado la palabra caracol, colocando las letras con velcro, y después escribiéndolas.
Y en lógica matemática, hemos colocado en la tarjeta tantas piedrecitas como caracoles hay:
Estos últimos días, nuestros caracoles tienen menos actividad, y pasan más tiempo dentro de su caparazón. Pronto, entrarán en estado de letargo y reducirán su metabolismo y sus pulsaciones a casi lo mitad de lo habitual.
¡Cuántas cosas hemos aprendido gracias a Rodolfo y Antonio!
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