Termina otro curso. Pero este curso no ha sido como los demás. Mientras recojo y limpio voy recordando cada momento vivido. Mi peques se han hecho mayores, y emprenderán su etapa de primaria.
Recogiendo el rincón de la Paz, me acuerdo que para algunos, era vuestra pequeña trinchera los primeros días de escuela. Allí os sentíais seguros, mientras poco a poco ibais cogiendo confianza para uniros a la asamblea. Recuerdo especialmente a Diego, que de vez en cuando veía asomar su cabecita, y al final venía en busca de un abrazo. Luego, allí aprendisteis a buscar momentos de calma, y a resolver vuestros pequeños conflictos.
No pude evitar llorar cuando retiré vuestros nombres de la Asamblea. Cuántos momentos hemos vivido juntos allí: cuentos, juegos, bailes, nuestros primeros pasos en ABN... Parece que os estoy viendo levantar la manita para contarme alguna noticia, o para recitar poemas o retahilas.
En todos, y cada uno de los rincones, me asaltan recuerdos, siempre gratos, y en todos vosotros sois los protagonistas. Porque vosotros/as sois el alma de la clase. Sin vosotros, este aula no tiene sentido.
Ana, Diego, Claudia López, Ángela, Lucía, Mateo, Lara, Hugo, Valentín, Neizan, Pablo, Claudia Rodriguez, Sara, Valeria y Martín. Sé que tendréis mucho éxito en todo lo que emprendáis, porque tenéis talento, y un corazón muy grande. Os voy a echar mucho de menos, pero siempre permaneceréis en mi recuerdo. Os quiero muchísimo.
Queridas familias, a vosotros también os echaré mucho de menos. Siempre cooperando en todo lo que os he pedido, amables, buena gente, siempre apoyándome en todos los proyectos. Muchísimas gracias por todo.
Os deseo todo lo mejor, y ya sabéis donde estoy, siempre seréis bien recibidos. ¡Muy feliz verano!
¡ Hola a tod@s! En este curso quedaron muchas cosas pendientes. Una de ellas fue el haber experimentado más en nuestro rincón de la Ciencia.
Pero los peques, son científicos por naturaleza. Les encanta descubrir, experimentar. Por ello, os dejo algunos vídeos del canal de la maestra Paloma, donde nos muestran experimentos muy sencillos de hacer. Por si queréis seguir experimentando con vuestros pequeños científic@s.
Hace ya muchos años, decidí iniciar mis estudios de magisterio por la especialidad de Educación Infantil. Podía haber escogido cualquier otra especialidad, pero, a parte de que me encantan los niños de esa edad, por su alegría, espontaneidad y autenticidad, me parecía que era básica para el desarrollo integral de la persona. Todavía lo sigo creyendo, incluso más que cuando comencé mis estudios.
El problema es que, últimamente, el verdadero valor de Infantil se ha desvirtuado. La educación infantil debe contribuir al desarrollo de todas las capacidades, tanto físicas, como afectivas, intelectuales y sociales. Y digo, se ha desvirtuado, porque, a parte de que mucha gente desconoce su valor, la hemos convertido en una pre-primaria, eliminando su verdadera esencia. En palabras de Mel Elices ( Educadora Infantil, coach educativa y redactora digital) :
"Que la
educación infantil es la cenicienta del sistema educativo. Que está siempre en
el último escalón y que a pesar de la importancia que tiene no se valora ni se
reconoce esta maravillosa etapa.
Creo que el
primer cambio que querría ver es de mentalidad. Mucha gente cree que la
educación infantil es una preprimaria, que se prepara a los niños para pasar al
siguiente nivel, y se olvidan de que cada niño tiene su propio ritmo de
aprendizaje.
Posiblemente
como maestro de infantil hayas escuchado un montón de veces la siguiente frase: antes de los seis años los niños tienen que aprender
a leer y a escribir. ¿Por qué? ¿Por qué antes de los seis
años?
Una cosa es
que un niño sea curioso e inquieto y quiera aprender movido por el interés y la
voluntad propia, y otra muy distinta es atosigar a los niños con conocimientos
que quizás todavía no estén preparados para adquirir."
Nada más comienzan su etapa en 3 años, muchos padres ya quieren que aprendan a trazar las vocales, cuando todavía no tienen una motricidad fina afianzada, una lateralidad definida, o una capacidad espacial desarrollada. Quieren que tracen los números, o hagan sumas, cuando todavía no comprenden el concepto de cantidad, etc...
Educación Infantil busca despertar esas habilidades, respetando el ritmo madurativo de cada niño. A cuantos niños se les ha "machacado", porque todavía no están maduros para leer o escribir. Forzándolos, lo único que conseguimos, es que odien el sistema educativo desde su tierna infancia, y se sientan desmotivados, y su autoestima baje.
Porque, una cosa os digo: todos los niños son válidos, y todos son buenos en algo. Parece que solo valoramos a los niños que aprenden a leer rápido, cuando hay grandes genios de las artes plásticas, o buenísimos en motricidad, en movimiento.
¿Se imaginan, si yo dedicara mis clases únicamente a hacer fichas, a estar sentados?. Pues, a parte de que no estaría desarrollando todas las capacidades de mis alumnos, frustraría a esos niños que también son buenos en otras cosas. Porque, firmemente, creo en la teoría de las Inteligencias Múltiples. Y mis años de experiencia han hecho que me reafirme cada vez más en ella. Y ello me sirve para favorecer a todos mis alumnos por igual. Por ejemplo, si hay un niño que está totalmente desmotivado para afrontar el aprendizaje de la lectoescritura, pero es una genio motrizmente, haremos juegos en clase en donde para buscar una palabra tenga que moverse, superar obstáculos, correr... Eso, lo motivará más, que estar sentado 5 horas, intentando meter las letras en su línea. ¡Ojo!, que no digo que no sea importante también aprender a trazar bien las letras. Pero hay niños que están preparados a los 4 o 5 años, y hay niños que lo harán perfecto más adelante.
Y una cosa tengo muy clara, también: el aprendizaje comienza a partir una emoción. Lo rutinario, trunca las ganas de aprender, desmotiva. Tuve la suerte de conocer en un curso a Chema Lázaro. Creo que es uno de los grandes pedagogos de nuestro país. No os perdáis su opinión en el siguiente vídeo:
La primera necesidad de los niños en la etapa de Infantil es el juego.
Por ello, en Educación Infantil, el juego es muy importante. Ello nace también de la necesidad de movimiento del niño/a en esta etapa. Y una realidad es que aprendemos mediante la acción.
¿Por qué me gusta tanto el ABN en matemáticas? porque es un método ideal en todas las etapas, pero sobre todo en la de Infantil. Porque para aprender el concepto de número y operaciones, tienes que manipular, tienes que jugar. Y a los niños les encanta y lo comprenden mucho mejor. En antiguos sistemas educativos, había muchos niños que pasaban de curso en curso sin entender realmente las matemáticas. Te enseñaban a sumar decenas, sin comprender realmente lo que era una decena. Entonces, claro, la base fallaba, e ibas dando tumbos en matemáticas durante toda la escolaridad.
Como en educación Infantil hay que desarrollar todas las capacidades, es muy importante que aprendan también educación Emocional, y dentro de ella, no sólo a conocer y respetar a los demás, sino también a conocer y respetarse a uno mismo. Y para ello, creo que el mindfulness es fundamental. Desde que lo conozco, no concibo mis clases sin esta técnica. Sobre todo, en un mundo que va cada vez más deprisa, y en el que, inconscientemente arrastramos a nuestros pequeños. Esta técnica, que les ayuda a centrarse en el presente, les ayudará también a conocerse a sí mismos, a ser conscientes de sus emociones y conocerlas, y a concentrarse cuando lo requieran.
Y por supuesto, la Educación Artística, es fundamental. Las artes plásticas y la música, son básicas para el desarrollo integral del individuo. En mis clases, no faltan, fomentando y dándole mucha importancia a la creatividad.
Me gusta mucho el término que se le da a los educadores infantiles en algunos países hispano-americanos:" maestra jardinera, o maestro jardinero". Una vez, hablando con una colega Argentina me dijo: "es que realmente, ese es el trabajo de los compañeros de esta etapa: plantar la semillita y hacer que poco a poco germine". Totalmente de acuerdo, compañera. Debemos despertar las capacidades de nuestros pequeños, sin forzarlos. Unas flores florecen antes, a otras les costará un poco más de trabajo, pero terminarán floreciendo, y a lo mejor más que las que lo hicieron mucho antes.
Y por ello, ya no me ofendo cuando alguien mide mi trabajo por la cantidad de fichas que llevan los niños. El trabajo que realizamos a diario, a través de juegos, ABN, y otras actividades, ese no viene encuadernado en fichas, pero quedará grabado en los niños a fuego. Porque lo que emociona, nunca se olvida.
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