Primero, hemos descansado escuchando una bella melodía instrumental. Les dije que al escuchar la música, entrara por sus oídos y "bailara todo el cuerpo ". Después, paré la melodía y les dije que buscaran su propia melodía corporal. Luego les pregunté :
- ¿Cómo es tu melodía?
-¿Es rápida o lenta?
-¿Qué instrumento suena?
Estas preguntas ayudan a que los niños lleven la mirada a su interior.
Además, sus respuestas, nos dicen mucho sobre cómo se sienten, o cómo son.
Para terminar la sesión realizamos el juego de " pasar la campanita sin que suene"'
Todos estos juegos les ayudan a estar más conscientes y trabajan la paciencia y la concetración.
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